Si los de abajo nos movemos, los de arriba se caen.

Si los de abajo nos movemos, los de arriba se caen.
Erenia (Leni) Mesa Linares

miércoles, 25 de febrero de 2009

Parroquia Nuestra Señora de América Latina

POV Erenia Mesa Linares

La parroquia Nuestra Señora de América Latina recibe su personalidad jurídica a principios de los años 80. Su historia, sin embargo, data de mucho tiempo más atrás. Al principio, la comunidad cristiana de Sabana Perdida se congregaba en la hoy parroquia Sagrado Corazón de Jesús (anterior capilla de Sabana Centro). Allí se efectuaban los ritos y reuniones que unía a esta pequeña comunidad.

La parroquia era administrada, en ese entonces por una Congregación española de religiosos, en la persona del padre Rafael quien, con su guitarra y melodiosa voz, promovía actividades que se concentraban en las celebraciones eucarística y el crecimiento paulatino, pero sistemático, de un gran grupo de jóvenes que se distribuían funciones varias, pero un poco desarticulada una de otra.

Es en ese contexto, que la comunidad - consolidándose y fortaleciéndose poco a poco - organiza una jornada de pedir que cada habitante de Sabana Perdida, especialmente los cristiano, donen un block para la construcción del templo. Y lo logran. A finales del 1982 (más o menos) se hace la presentación oficial de la parroquia y esto queda asentado en los libros del arzobispado como NUESTRA SEÑORA DE AMÉRICA LATINA.

El padre Rafael se marcha y el padre José Manuel Madruga asume la dirección parroquial. Un tiempo no muy distante forma parte de esta coordinación el Padre Santiago Hirujo y, junto al teólogo Marcos Villamán, dan a la parroquia un toque de contenido y forma muy distintos al vivido hasta entonces.

Su sello particular prioriza, entre varios aspectos, la comprensión de que "Nadie se salva solo, todos nos salvamos en comunidad". Con este slogan se multiplican las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) por todo el área y como estructura parroquial. 

Jóvenes y adultos asumen el rol de hacer que la iglesia se concretice en cada callejón y en cada comunidad. La filosofía de las CEBs es promover la necesidad de crear y formar un laicado responsable y empoderado con su rol ministerial y convicción de una fe que se manifiesta en una práctica social coherente y liberadora.

Para un mejor manejo de los trabajos pastorales, la parroquia se organiza por sectores. Cada sector, con varias CEBs donde se reunía la feligresía y vivia la alegria de ser la iglesia en pequeños funcionando en cada barrio; tiene un equipo coordinador del sector que vela por la identidad del trabajo pastoral, se celebra la palabra y se analiza la realidad bajo la metodología de Ver-Juzgar-Actuar-Celebrar. 

Para ese entonces, la parroquia también estaba organizada por Ministerios (Liturgia y Animadores de CEBs) y Equipos de trabajos (Animadores de CEBs, Formadores de Biblia, Teatro, Coro-Grupo músico vocal,  voluntarios de Salud, Educación y Comunicación), donde la feligresía de Sabana Perdida podría mostrar su amor al prójimo a partir de la práctica de la misericordia. 

Estos Equipos y Ministerios contaban con una representación en el Concejo Parroquial que, en virtud de las ideología de sus directivos, era más un espacio de toma de decisión y deliberación, que una instancia para "aconsejar al cura".

La relación inter-parroquial era muy notoria en sus inicios. 

A través del equipo de Comunicación, la parroquia interactuaba con la Revista Amigo del Hogar y el Periódico Encuentro, órgano oficial de la entonces estructura inter-parroquial de las CEBs. A través del equipo de Animadores de CEBs, con las demás parroquias.

El Periódico Encuentro (Editado por Ediciones Populares con un corresponsal en cada parroquia) se constituyó en un mecanismo para mantener la comunicación con parroquias como San Martín de Porres, Santa Ana, María Auxiliadora, Espíritu Santo, entre otras. Además, delegados de cada equipo y ministerios, contaban con espacios más amplios para compartir, retroalimentarse y coordinar procesos.

Volviendo a la estructura interna de la parroquia, se impartía, cada domingo en las tarde, una formación sistemática en temas sociales, políticos y culturales dirigido a los jóvenes y todos los viernes la formación bíblica para todas las y los parroquianos; fue una constante por años para garantizar un laicado capaz, comprometido y empoderado.

Tanto la formación juvenil como la bíblica estaban organizadas por niveles, con una duración de más o menos un año.

La parroquia enviaba a algunos jóvenes a formarse en temas de interés para su desarrollo en la fe (Curso de Biblia en México, Ciclos de Talleres del DESyR, entre otros). El costo lo asumía la comunidad, a través de las colectas durante las misas dominicales. Cada tres meses, se rendía un informe público, durante la celebración eucarística, de como eran manejado los recursos que entraban al templo por concepto de las ofrendas. 

Esta formación se encadenaba a la participación comunitaria y social, y la vivencia de una espiritualidad encarnada en los más pobres, promoviendo la inculturación de la fe, mucho antes de que el arzobispado y la iglesia universal la promocionara. La participación en el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (COPADEBA), se constituyó en un escenario ideal para hacer posible una praxis coherente en consonancia con las teorías aprendidas en los espacios de formación.

En el área de la Animación Sociocultural existían los grupos culturales (Teatro Mecha, Coro Caonabo y Poesía Teatralizada) y el Equipo de Comunicación. Cada uno con el objetivo de ser mecanismos de integración de nuevos y nuevas jóvenes, promoción de ideas de una nueva sociedad y propuesta de comportamiento hacia la situación política a través de oferta de actos culturales con motivos solidarios tanto con el país como con situaciones que se vivían en el momento en otros paises de Latinoamérica. 

Un Equipo que recibió un gran impulso fue el de Salud, a través de la construcción, administración y mantenimiento de un Dispensario Médico, donde la comunidad en general podía disponer de un servicio médico de calidad y medicamentos a bajo costo y que es, aún en la actualidad, atendido por un equipo de profesionales y un voluntariado enfocado en el servicio con calidad.

Pastores de la Iglesia 

Años después, principios de los 90, José Manuel Madruga y su congregación religiosa, entregan al arzobispado el control de la parroquia y queda el Padre Santiago Hirujo como vicario pastoral al frente de la misma. Durante mucho tiempo, las cosas se mantienen sin mayores cambios: La feligresía crece y la fe y esperanza se convierten en un arma para enfrentar incluso situaciones sociales locales. 

Hasta su muerte, en noviembre 30 del 1994, Santiago Hirujo fue un promotor de la iglesia de los pobres, de una iglesia encarnada, de una iglesia como Nuestra Señora de América Latina. A su muerte, fue sustituido brevemente por el P. Julián. Más tarde lo sustituye el P. Julio Valdez con el P. Hipólito Cabral como diácono. Tiempo después el P. Nelson Acevedo lo sustituye y asume como párroco. Luego del P. Nelson tenemos la presencia breve del P. Gregorio Santana, acompañado por el diácono Ramón Suero. Cuando Suero es ordenado sacerdote asume la parroquia y es acompañado por el P. Lorenzo Vargas. Tiempo después, retorna el P. Nelson. Luego de varios años es sustituido por el P. José Alberto Vargas quien, recientemente, es acompañado por el P. Domingo y guían el trabajo pastoral de la parroquia Nuestra Señora de América Latina.

Actualmente existe unas 8 parroquias (a julio del 2021) en Sabana Perdida: Nuestra Señora de América Latina, Santa Rosa de Lima, San Roque González, San Martin de Porres, San Luis Beltrán, San Francisco Solano, Sagrado Corazón de Jesús y San Juan Diego; con una fuerte relación interparroquial y muchas ganas de mantenerse viva en la comunidad.

Durante este proceso aprendí mucho... 

Con la salida del P. Nelson se marcó, sin proponérselo, el debilitamiento de la modalidad de iglesia encarnada, con acciones pastorales de corte social promovedoras de inculturación de la fe, debido en gran parte a la presencia de una comunidad entumecida por las necesidades, enriquecidas con personas de otras procedencia, buscadores incansable de saciar su soledad y tristeza con la copa del olvido y la despreocupación social que algunos movimientos eclesiales y estructuras parroquiales promueven.

Sin embargo, lo aprendido queda... 

Aprendí que Dios es un Dios de Vida y que existe una clara opción por los más débiles y empobrecidos de la tierra. 

Aprendí que la fe no es ciega. Esta cimentada sobre un Espíritu Santo que abre los ojos a la realidad y que influye en nuestras decisiones personales y profesionales. 

Aprendí que nadie se salva solo y que las y los cristianos tenemos un rol de ser sal y luz para el mundo. 

Contamos con grandes aliados en esta empresa: amigos, amigas y servidores que desde lo más profundo de sus corazones nos acompañan y alientan para la construcción de una mejor sociedad.
Personajes claves en la historia de la Parroquia Nuestra Señora de América Latina

Las y los adultos y jóvenes que ya estaban: Plácida , Juliana y Los Queridos (fallecidas), Nila, Toní, Mamá María, Mamá Emilia, Andrea, Amparo, Monga, Doña María y Juan Ramón, Roberto, Alexis, Fafelo, Rafael (Maiqui), Rafael, Luis Mina, Mery, Victor, Ricardo, Sandra, Celestina, Obispo, Milvia, Saturnina, Roselin, Margarita, Luis Manuel, Carlos, Leonor, las Mary, Sobeyda, Pirulo, Máximo, Seferina, Elena, Gisela, Zoila ...

Las y los jóvenes y adultos que llegamos luego: Leni, Santa, Julio César, Javier, Tony Gil, Georgina, Berta, las Dominicas del Rosario (Estíbaliz, Sonia, Rosanna, Ruddy...), Gladys, Bolo, Marilyn, Olaya, Melvyn, Lina, Charito, Alquida, Edison, Vili, Lusy, Divina Francisco, Juan "Tambora", y muchas, muchas más personas que dejaron sus nombres grabados en la historia de esta parroquia.

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