10 meses y 21 días!

Exactamente no sé qué hora es. Realmente, no me interesa. Solo siento que la posibilidad de dormir tranquila se han esfumado sin que siquiera pueda hacer a voluntad algo para cambiar esa realidad. Sin embargo, todo tiene un lado positivo. Este insomnio insolente me da la oportunidad de rememorar situaciones y ver, desde el centro de mi corazón, experiencias que ya no me pertenecen.
No obstante, puedo rescatar algunas de sus cosas y apropiarmelas para sentirme menos sola y quizás, solo quizás, un poquitín acompañada.
Mi esposo, amigo, amante y confidente ya no está. Me he quedado sola con sus recuerdos y algunos hermosos regalos, en especial los encarnados en las tres mariposas -hermosas guerreras- que juntos logramos procrear.
¿Qué podría robarle, para que mi soledad se sienta acompañada? Los recuerdos de su presencia que atesoro como regalos que, en cada recuerdo podrían re-saborear... sí... esos siempre serán míos.
También puedo robar los pensamientos que, en sus momentos de ocio, se daba el lujos de dejar fluir a través del teclado. Sus "Pateando por el Barrio". Veinte en total que, en las próximas entradas estaré compartiendo con quienes deseen un poco de lectura novel.
Esto es tuyo, mi amado José Manuel, mi Chapo, el Segura de sus compañeros y compañeras de trabajo, la Estrella que iluminó la oscuridad que arropaba mi vida. José Manuel Segura Estrella, mi esposo eterno... hasta que nos volvamos a encontrar.
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