Mírame ... he fracasado!
Pensé alcanzar el éxito como estrella pero mi brillo nunca encendió.
El éxito no se amarró a la consigna.
Dirán lo que quieran,
pero no es mi triunfo agarrar la esperanza de tantos y soltarla en el vacío.
Los segundos de la vida quedan atrapados en nidos entretegidos por manos de ironías.
Fracasos ...
eso fueron los sueños de los que olvidaron premiar la dicha y castigar la hipocresía.
De los que amarran el tiempo a libros sin ilustraciones ...
Tal vez fracasé en mi intento de ser real ...
¡No siempre se gana!
Pero no soy espejo:
millones de particulas me rodean, más no me forman.
Ahora no te avergüences.
La sinceridad empieza con el propio reconocimiento
y si has sido incapaz de asumirte
reconócete pecador y cumple la penitencia.
O tal vez no fracasé ...
ni los que como yo creemos en la dicha de lo utópico.
Fracasaron aquellos con sus maquinaciones,
fracasaron sus sueños que en nosotros se convierten en pesadillas.
Los que venden la vida y olvidan la resurrección.
Los que venden sabores de fracasos ...
los que apagan estrellas y esconden el éxito tras consignas aprendidas y repetidas por siglos.
Al fin y al cabo ... qué alegría!
Despertando termina.
(Marzo 18, 1992)
Periodista de profesión. Trabajadora Social por convicción. Facilitadora en procesos formativos. Declamadora. Amante de la vida, la sonrisa y el vivir cada día con la intensidad de estar disfrutando el último de mis días. Pienso que el cambio del estatus quo es posible y que las y los empobrecidos merecemos un mundo de respeto, equidad y justicia social.
viernes, 29 de febrero de 2008
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