Quisiera compartirte unas brevísimas palabras.
Sabes,
ha crecido bastante para ser tan joven.
Se ha convertido en un botón precioso,
indoblegable ante la tempetuosidad del tiempo y de tu ausencia.
Sus ojos grandes como el cielo son cada vez más claros y sinceros.
Ya toma los objetos con sus manos.
No precisa de caridades inofensivas para tocarlas.
Y cuando las toca,
las transforma en algo sublime y bello,
libre de cadenas afixiantes.
Anda.
Camina por sus pies de infinito.
No requiere que le tomen de la mano y la lleven por sendas engañadas.
Hablo de pasos y miradas,
de tactos y crecimientos,
de esperanzas miradandose al espejo,
de sueños despiertos en la cama,
de siglos de esperas sin destino.
Hablo de tí y de mí.
Del que se fue y del que aún permanece.
Del que sueña con irse, más no puede.
En fin,
hablo de todo y de todos.
Y podría resumirse en una palabra, pero no, es más que eso.
Son palabras sueltas,
sin cadenas,
palabras como Amor ... Esperanza ...
palabras como Utopías ... Ilusiones.
Palabras bellas, usadas y olvidadas ...
Sinceridad ... Reveldía ...
palabras hermanadas en frases:
Esepranza de muchos que no muere ... entrega total por una causa ...
Pero me rindo ... me descalzo de palabras y emociones
La letras tienen alas y yo no soy jaula.
Y aunque lo fuera,
no hay derecho de aprisionar palabras que pertenecen a nadie más que al viento y al sueño.
Solo a la vida misma que es su madre.
(Marzo 2, 1992)
Periodista de profesión. Trabajadora Social por convicción. Facilitadora en procesos formativos. Declamadora. Amante de la vida, la sonrisa y el vivir cada día con la intensidad de estar disfrutando el último de mis días. Pienso que el cambio del estatus quo es posible y que las y los empobrecidos merecemos un mundo de respeto, equidad y justicia social.
viernes, 29 de febrero de 2008
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