Preténdeme con tu silencio inmarcesible.
No por buena, no por santa, no por humana.
Quiéreme con la mudez de tus manos.
Cántame en tus noches y marca en mi alma tu aroma
no por buena, no por santa.
Ábreme a tu espacio y déjame descubrirme en tí como antes, como ayer, como siempre.
Aprisióname en tus piernas y regálame el goce de tus entrañas.
Fuego que perdura y se agiganta con el tiempo,
que renace como raíces de fortaleza sobrehumana.
Quiéreme con tu silencio eterno
no por buena.
Aspírame por la lenidad que me distingue,
Aspírame por la paciencia que no invisto
y las ansias nuevas de reconstruirme cada día
aún a pesar de las sombras que oscurecen mis destellos.
Quiéreme siempre
no por buena,
no por santa,
no por humana.
Periodista de profesión. Trabajadora Social por convicción. Facilitadora en procesos formativos. Declamadora. Amante de la vida, la sonrisa y el vivir cada día con la intensidad de estar disfrutando el último de mis días. Pienso que el cambio del estatus quo es posible y que las y los empobrecidos merecemos un mundo de respeto, equidad y justicia social.
martes, 1 de diciembre de 2009
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