Casi el 50% de las personas viven por debajo de la línea de pobreza de acuerdo a los ingresos laborales de los hogares.
El 80 % de la clase trabajadora en República Dominicana apenas alcanza o está por debajo del valor de la canasta familiar para los ingresos más bajos.
SALARIOS DE POBREZA
De
acuerdo con las estadísticas laborales que emite el Banco Central, en 2023 la
participación laboral mejoró ligeramente debido al incremento de la fuerza
laboral y la reducción de la inactividad, aunque la participación de mujeres y
jóvenes sigue siendo baja. Las razones de la inactividad laboral son
principalmente la falta de oportunidades, las responsabilidades familiares y
cuestiones de salud.
A
pesar de que el PIB por hora trabajada en República Dominicana fue de US$21.89
en 2023, superior al promedio regional, el crecimiento de los ingresos
laborales reales fue muy bajo, con un aumento anual promedio de solo 0.8 %
desde 2007. Esto refleja una mejora mínima en el poder adquisitivo, que aumentó
apenas RD$1,171.5 en 17 años, a pesar del crecimiento económico.
Otro
indicador clave es que la masa salarial real en relación con el PIB ha
disminuido progresivamente desde 2007, lo que indica que los trabajadores
reciben una menor parte de la riqueza producida. Aunque la productividad
laboral ha aumentado considerablemente, los salarios reales se mantienen por
debajo de los niveles de 2000, lo que muestra una desconexión entre el
crecimiento económico y los ingresos laborales.
El
80 % de la clase trabajadora en República Dominicana apenas alcanza o está por
debajo del valor de la canasta familiar para los ingresos más bajos. A pesar de
una ligera mejora en la pobreza laboral, sigue siendo alta, afectando al 53.4 %
de los hogares y sus dependientes, de los cuales un 25.6 % se encuentra en
pobreza extrema.
Así
las cosas, en 2023 la pobreza general medida por los salarios afectó al 49.7 %
de los hombres y al 56.8 % de las mujeres trabajadoras y sus dependientes. La
pobreza extrema es igualmente alarmante, alcanzando un 22.3 % en hombres y un
28.7 % en mujeres.
Sectores más “exitosos”
Algo
llamativo es que el ingreso laboral real en el sector turismo esta por debajo
de los niveles de 2000, mientras la productividad se ha más que duplicado. Por
su lado, el sector comercio ha tendido a ocupar el peor de los resultados en
involución del salario real, dado que los niveles alcanzados en 2023 son
inferiores en 35.8 % al nivel registrado en 2000; en el sector industrial se
han incrementado en solo 15.2 % los ingresos labores reales en los 23 años
revisados, contrastando con la productividad laboral que ha aumentado en un
83.2 %.
Los salarios no cubren la canasta
Existe
una brecha entre ingreso disponible y gasto de consumo promedio de RD$3,849.64
al mes, que sugiere que para cubrir el déficit de consumo los hogares tienen
que recurrir a la deuda, las remesas y al pluriempleo que extiende las jornadas
laborales, desintegra la convivencia familiar y afecta la cohesión social. El
ingreso laboral promedio mensual de un trabajador se situaba en RD$25,447.6 al
mes en 2023, mientras la canasta básica promedio (CBP) se ubicaba en RD$43,995,
nada menos que para una brecha de RD$18,547.47 pesos en contra. Es decir, la
proporción de la CBP de un hogar que se cubre con el ingreso laboral promedio
mensual de 2023 es de 57.84 %, quedando más de un 42 % sin cubrir.
Algo
a resaltar es el deterioro de la posición de la clase trabajadora en la economía,
viéndose que los salarios han pasado de ser un 31% a un 24% del PIB de 2007 a
2023, y mientras los beneficios de las empresas y la productividad del trabajo
se han más que triplicado, los salaries reales apenas mantienen el nivel de
hace 17 años.
Población más perjudicada e indefensión
laboral
La
desocupación afecta principalmente a los jóvenes de 15 a 24 años, con una tasa
de 11.3 %, mucho más alta que el promedio general de la economía (5.3 %). El
desempleo también tiene un fuerte componente femenino, ya que la tasa de
desocupación de las mujeres en 2023 (8.0 %) es más del doble que la de los
hombres (3.3 %).
Asimismo,
la población de jóvenes Ninis (que ni estudian ni trabajan) sigue siendo
elevada, especialmente tras la pandemia: 294,993 en 2023.
Por
su parte, la sindicalización es muy baja en el país, con solo un 5 % de los
trabajadores afiliados a un sindicato. Este bajo nivel de sindicalización es
más pronunciado en el sector privado, donde se enfrentan a resistencias y
políticas antisindicales, lo que refleja la falta de protección del derecho
laboral en muchas empresas.
EL ESTUDIO
Este
análisis da continuidad a los que vienen realizándose desde 2015 y busca ser
una herramienta para debatir y reflexionar sobre las condiciones laborales en
la República Dominicana, con el fin de mejorar la calidad de vida de la mayoría
de la población trabajadora. Señala que los trabajadores dominicanos enfrentan
condiciones cada vez más desventajosas, donde el aumento de sus ingresos es
casi inexistente y está condicionado por los intereses de las grandes empresas.
Además, destaca la falta de protección y derechos laborales, y la escasa
atención del Estado a las necesidades de los trabajadores.
Según
indican los autores en el modelo económico, laboral y social de la República
Dominicana, la informalidad no es el principal problema, sino la
"formalidad precarizante", ya que aunque la informalidad sea alta,
los trabajos en general son precarios y las estadísticas muestran un modelo económico
que no va a generar más bienestar ni empleabilidad de calidad rebajando o
quitando derechos laborales, sino aumentando los salarios en base al costo de
la vida y la elevada productividad, redistribuyendo la riqueza y dinamizando la
economía con políticas que promuevan y apoyen la inversión productiva, el
emprendimiento innovador y las MIPYMES, en lugar del rentismo, la especulación
y la competitividad en base a bajos impuestos y salarios de sobreexplotación.
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